LOS DISCURSOS   DEL   ODIO.

 Por:  Oscar Henao Giraldo.  JULIO 31  2025

Preocupantes los discursos de algunos postulantes al solio de Bolívar, cuya motivación a todas luces, es la exacerbación de los ánimos de sus seguidores; usando términos descalificadores para sus contradictores y su eliminación física.

El asunto ha escalado a tal  nivel que sus diatribas alcanzan el carácter de sedición e invitan ha desaparecer a todo aquel que piense diferente y cuestione sus posturas. Ya el mismo presidente se ha pronunciado y ha pedido a la fiscalía investigar al señor Abelardo de la Espriella, quien con su disociador discurso busca réditos electorales prometiendo eliminar,  no la corrupción si no a todo ser humano que piense diferente y luche por sus derechos;  el pequeño reyezuelo quiere instalar los presupuestos filosóficos de la vetusta inquisición quien a dedo juzgaba a aquellos humanos que se atreviesen a cuestionar sus dogmas.

Peligroso pensamiento macartista,  hace  carrera en América y el cual es necesario conjurar por el bienestar de todos. Desde la Argentina y auspiciado por pensamientos retardatarios como el de Milei  se está gestando una política de odio hacia todo aquello que represente justicia social, bienestar, solidaridad y común unidad, porque  el movimiento mal llamado libertario,  busca no en la razón si no en la emoción,  el favoritismo del pueblo que en la mayoría de ocasiones obedece a su pasión y poco a la razón.

A lo anterior le sumamos la oposición de los medios privados que en su afán por defender sus particulares intereses hacen eco a  los discursos  cargados de odio y pronunciados por damas como la congresista  Garrido, quien  dejando a un lado su rol feminista  refleja en su adn    el legado patriarcal     con  tremenda descarga de  improperios e insultos que denotan las puerilidades del ser humano reflejadas en  la carencia de  inteligencia emocional dando  paso al primigenio salvaje que habita en  su interior. Como el protagonista de las producciones cinematográficas, que soluciona los problemas aniquilando a su adversario.

En conclusión, podemos afirmar que todos los cambios generan resistencia, máxime cuando rompen paradigmas existentes.  Por lo tanto o, el compromiso que tenemos como sociedad que quiere evitar sumergirse en un bucle de nunca acabar; será el de    trabajar   en unidad para contrarrestar el efecto negativo de la ola de discursos de odio que solo buscan devolvernos al pasado y revivir los episodios de sangre que truncaron las esperanzas de millones de compatriotas. No podemos caer en este provocador   entrampamiento de nuestra vieja política, estaríamos también contribuyendo  con el lucrativo negocio de los  señores de la guerra. Solo el dialogo y el consenso puede darnos la posibilidad de  una convivencia armónica;  desarmar los espíritus, eliminar el  lenguaje bélico, es la solución.